Efectivamente, amiga. Estamos en esa época de calendarios solidarios en los que la gente se despelota sin venir a cuento. Y oye, que nosotros no tenemos ninguna queja y estamos muy a favor de que la gente enseñe todo lo que quiera y más, pero reconocemos que la idea de salir en pelotillas perdió su gracia hace tiempo. Desde la redacción proponemos posibles temáticas para el 2017, como un calendario de bomberos travestis o un calendario de travestis vestidas de bombero. Eso sí, hay un almanaque (qué nos gusta esa palabra) que no queremos que deje de salir nunca y que fue el gran descubrimiento del año pasado: El calendario de veterinarios de la Universidad de Cornell.
Qué monos. Ellos. Y los perros. Y todo
En este caso, los fondos que se recauden irán a ayudar a aquellas mascotas cuyos dueños no puedan permitirse el veterinario. Y no, tú no cuentas por mucho que seas un animal sumiso. Que nos conocemos. Pero como nosotras somos también un poco perras, dejamos aquí algunas de las fotos de este año con el deseo de que un veterinario, un médico o incluso un celador, nos adopte.
¿Son cosas nuestras o el bicho está poniendo ojitos?
¡Quien fuera corcel para dejarse montar!
Separar la paja de la paja